En este post vamos hablar de uno de los juegos de mesa clásicos por antonomasia, el Monopoly. Como todos los juegos clásicos podemos encontrar muchas versiones de juegos de Monopoly (con figuras clásicas, con personajes de series, con videojuegos, un ejemplo es el Monopoly de Fortnite) pero todas las versiones tienen siempre el mismo funcionamiento. Normalmente viene el manual con el tablero y las fichas y cartas dentro del tablero.
¿Por qué queremos hablar de este juego? Es un juego donde el poder de negociación y las finanzas lo son todo, y sirve de ejemplo para muchos aspectos de la vida. Es un juego de dinero, de negociación… ahora te contamos por que.
Hay que repartir una cantidad de dinero a cada jugador. Se colocan las tarjetas de suerte y comunidad en sus respectivos huecos del tablero, y cada jugador elige una ficha. Ahora simplemente queda saber quien empezará a jugar que lo podemos elegir lanzando dados o de la forma que nosotros queramos.
Simplemente debemos lanzar los dados y avanzar el número de casillas que haya salido, ahora toca resolver el efecto de la casilla en la que hayamos caído.
La mayoría de casillas son calles que podemos comprar. También podemos caer en compañías como la de agua o eléctricas que también podemos comprar, así como las estaciones.
Luego hay casillas especiales como la casilla de comunidad, donde tendremos que levantar una carta de comunidad y leerla en voz alto. Lógicamente tendremos que realizar el evento que salga en la carta. En la casilla de suerte pasa exactamente lo mismo, deberemos levantar y realizar el evento.
Por último hay dos casillas de impuestos, de capital y de lujo, en las que si caemos tendremos que pagar una cantidad de dinero a la banca.
También podemos caer en la casilla cárcel, podemos entrar por determinadas cartas o por caer en la casilla del policía. Caer en la cárcel significa tres turnos perdidos, aunque podemos salir antes sacando dobles en la cárcel, teniendo una carta de salir de la cárcel o pagando una cantidad de dinero cuantiosa.
Todos los pagos que se van haciendo a lo largo de la partida de Monopoly se amontonan en el centro del tablero y el jugador que caiga en la casilla parking se quedara con el montante.
Simplemente nos queda la casilla de salida, cada vez que pasemos por ella cobraremos una cantidad de dinero.
Para comprar propiedades una vez que caemos en una casilla de propiedad, si no le pertenece a nadie debemos pagar la cantidad que viene en la carta. Si el jugador no quiere o no puede comprarla la banca la saca a subasta y otro jugador puede hacerse con ella si es el que más puja.
Tener una calle nos da ciertas ventajas, cuando otro jugador cae en la casilla nos tiene que pagar un alquiler, y si conseguimos comprar todas las casillas de un mismo color el precio será el doble y ya podremos edificar (tenemos que decirlo antes de la tirada de dados). Para edificar debemos pagar una cantidad por casa pero la cantidad de alquiler que nos deban pagar será mucho mayor cuando los jugadores caigan en ella. El máximo de casas que podemos tener en una propiedad son 4. La “quinta” propiedad eliminara las casas y pondremos un hotel.
Si tenemos que pagar algo pero no tenemos dinero tendremos que vender o hipotecar nuestras propiedades. Por ejemplo podemos vender casas, aunque pierden el 10% de su valor. También puedes hipotecar una propiedad pero ya no tendrán que pagarnos alquiler al caer en la casilla y tendremos que pagar un 10% más para recuperarla.
Si en algún momento del juego no podemos pagar una factura le damos todo nuestro dinero a ese jugador y somos eliminados. Cuando solo quede uno vivo, ya sabremos cual es el ganador.
Sabiendo estas normas simplemente queda que comencemos a jugar y disfrutar del monopoly.
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